Los abonos de liberación lenta son un tipo de abono indicado para aquellas plantas que requieren un suelo rico en nutrientes, pero necesitan que estos se vayan asimilando de forma controlada. Su componente principal es el nitrógeno y suelen usarse para plantas ornamentales, cultivos frutales y cereales.

Tipos de abonos de liberación lenta

Los abonos de liberación lenta pueden clasificar en 3 tipos: los abonos recubiertos, los abonos de mineralización lenta y los abonos que contienen inhibidores de la nitrificación.

Abonos recubiertos

Estos abonos están recubiertos de una membrana semipermeable, que no es soluble en agua, permitiendo que la planta reciba los nutrientes de forma eficaz y controlada a medida que esta se va deshaciendo.

Abonos de mineralización lenta

También conocidos como abonos de baja solubilidad, requieren mayores cantidades de agua para su completa disolución, por lo que mantienen una baja concentración de nitrógeno en el aporte nutritivo a las plantas.

Abonos con inhibidores de la nitrificación

Se utilizan en adición a otros fertilizantes para retrasar el proceso de nitrificación del suelo e impedir la pérdida de nitrógeno en los cultivos, además de evitar la contaminación de aguas subterráneas por nitratos. Son efectivos en suelos arenosos y también en suelos encharcados.

Ventajas de los abonos de liberación lenta

• Suministran nutrientes de forma lenta y progresiva a las plantas.
• Mejoran el uso de los nutrientes del cultivo.
• Disminuyen la pérdida del nitrógeno por volatilización.
• Permiten aplicar dosis precisas, evitando la contaminación de aguas subterráneas.
• Facilitan el crecimiento saludable de los cultivos.

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